Recientemente, un amigo mío me llamó para preguntarme acerca de los cursos de restauración de muebles que imparto en mi taller. Había visitado mi página web y se había dado cuenta de que las clases se desarrollan en grupos reducidos de cuatro personas. Sin embargo, algo me hizo dudar: me considero un poco torpe en este tipo de trabajos, y pensé que los otros alumnos seguramente tendrían más experiencia que yo.
Es importante recordar que todos comenzamos como principiantes en algún momento de nuestras vidas. Mis clases de restauración de muebles están diseñadas para acoger a personas de todos los niveles de habilidad.
Además, el hecho de que las clases se lleven a cabo en grupos pequeños brinda a cada estudiante una atención individualizada y la oportunidad de aprender a su propio ritmo. No tenéis que preocuparos por lo que los demás puedan saber. Lo que realmente importa es vuestro propio viaje de aprendizaje.
Os digo que deberíais ver el curso como una oportunidad emocionante para aprender algo nuevo, en lugar de una competencia. La restauración de muebles es una combinación de arte y habilidad, y cada artista tiene su propio estilo único. ¿Quién sabe? Tal vez descubráis un talento oculto que ni vosotros mismos conocíais.
Espero que esta información os haya sido útil. Si tenéis alguna pregunta o necesitáis más estímulo, no dudéis en consultarme. Estoy aquí para ayudaros.