Para restaurar la puerta, usé varias técnicas según el estado y el material de cada parte. Algunas de las técnicas que usé fueron:
- Limpieza con productos específicos para eliminar la suciedad y el barniz antiguo.
- Lijado manual con lijas de grano medio y fino para alisar la superficie y prepararla para el tratamiento posterior.
- Reparación de grietas, agujeros y desperfectos con masilla o resina.
- Aplicación de imprimación y pintura al aceite para proteger y dar color a la madera.
- Barnizado final al aceite para dar brillo y resistencia a la puerta.
- Colocación de herrajes y adornos originales o restaurados.
«En términos generales, nuestro enfoque para la restauración de puertas y portones de madera se puede resumir de la siguiente manera:
Nos esforzamos por minimizar el uso de técnicas agresivas como el acuchillado y el lijado intensivo. La puerta en cuestión está hecha de madera de pino y, originalmente, fue tratada con creta, una mezcla de yeso y cola. Este tratamiento ayuda a preservar y proteger la madera, especialmente cuando se aplica en conjunto con varias capas de barniz. Es conveniente mantener esta protección si queremos que la madera continúe en tan buen estado como hasta ahora.»